Desde que el hombre es hombre se ha preguntado por las causas de su sufrimiento y sobre todo por los medios para aliviarlo. Tarde o temprano todos terminamos preguntándonos ¿por qué no me siento bien? O ¿qué puedo hacer para dejar de sufrir?
El mindfulness (o Concentración plena o Atención plena) es una sencilla forma de ayuda para aliviar ese sufrimiento. Podríamos definirlo como el arte de hacer consciente sensaciones de nuestro cuerpo que normalmente nos pasan desapercibidas; ya que pese a que poseemos esta habilidad, raramente la usamos de forma consciente y casi nunca por más de unos segundos de tiempo. El mindfulness no es algo nuevo y nos remonta a la tradición budista de la meditación con más de 2500 años de antigüedad.
Cualquiera puede obtener beneficios de practicar mindfulness. Es conocido que los profesionales asistenciales son de los que más sufren los efectos del estrés laboral continuado. Los profesionales sociosanitarios no son una excepción, y debido a la naturaleza de su trabajo a menudo ven atrapados en este tipo de situaciones de estrés crónico, sufriendo tanto por los efectos del estrés diario como a largo plazo con todas las consecuencias nocivas sobre la salud que esto conlleva.
Desafortunadamente no todos los profesionales disponen de estrategias de afrontamiento del estrés adecuadas y efectivas. El Mindfulness es una de las estrategias que se ha mostrado una mayor eficacia a la hora de paliar y prevenir los efectos del estrés continuado. Es una habilidad que se puede desarrollar con el entrenamiento adecuado. Esta técnica hunde sus raíces en las tradiciones milenarias, y actúa eliminando los efectos de los agentes estresantes permitiendo enfrentarnos a ellos de forma diferente.