Cada vez se oye más hablar sobre Fisioterapia del suelo pélvico, pero esta disciplina sigue siendo a día de hoy una gran desconocida. Quienes creen saber en qué consiste, a menudo tienen una idea parcial de lo que implica, pensando que sólo es necesario acudir a ella después de haber dado a luz o una vez llegada la menopausia.
¿Fisioterapia… de qué?
Fisioterapia deportiva, infantil, respiratoria, neurológica, traumatológica… Cualquiera de estos apellidos que acompañan a la palabra Fisioterapia suelen ser más fáciles de identificar con la labor que los fisios realizan junto a sus pacientes, que cuando nos referimos al ámbito uroginecológico.
Esto se debe, en primer lugar, a que cuando se pronuncia el término “suelo pélvico” es frecuente que al interlocutor se le ponga una graciosa cara de póker: bien porque no tiene muy claro de qué le están hablando pero disimula, bien porque a su mente lo primero que le vienen son bolas chinas y lo relaciona con el ámbito sexual, bien porque crea que es sólo cosa de chicas o porque eso de hacerse pis (u otras cosas…) le resulte demasiado desagradable como para seguir hablando del tema.
Para comprender qué es la Fisioterapia pelviperineal, antes hay que saber qué significa eso del suelo pélvico: qué es, qué funciones tiene y por qué es tan importante cuidar esta parte de nuestro cuerpo, de ellas y de ellos.
Fisioterapia de… suelo pélvico
Ahora sí. Una vez aclarado lo esencial, ya puedo contarte, sin que pongas cara de póker, que la Fisioterapia pelviperineal (que procede de la unión de los términos “pelvis” y “periné”) es una disciplina terapéutica que permite evaluar y tratar disfunciones del suelo pélvico y de la esfera sexual que acompañan a la mujer en el posparto y la menopausia y al hombre después de la cirugía de próstata.
Pero no solamente, y aquí me gusta hacer hincapié: también pueden necesitar un tratamiento preventivo o rehabilitador las mujeres que no hayan dado a luz ni estén en periodo perimenopáusico, así como los hombres que jamás hayan pasado por un quirófano para que les realicen una prostatectomía.
Incluso los niños pueden tener problemas de suelo pélvico si, por ejemplo, siguen haciéndose pis en la cama con más de siete años (enuresis o incontinencia urinaria nocturna); o también las mujeres que realizan deportes de alto impacto o hiperpresivos (running, tenis, atletismo, levantamiento de pesas).