La Magnetoterapia es una terapia física que cada día se usa más en las sesiones de fisioterapia dada su eficacia para el tratamiento de enfermedades músculo-esqueléticas.

Al principio esta técnica se utilizaba casi en exclusiva como un tratamiento para favorecer la regeneración del tejido óseo. Sin embargo, con el paso del tiempo ha quedado demostrado el poderoso efecto de regeneración que tiene la magnetoterapia, debido a los cambios fisiológicos que provoca en el organismo humano.

Uso de la magnetoterapia en fisioterapia

A día de hoy, los fisioterapeutas recurren de forma habitual a los campos magnéticos de baja frecuencia y alta intensidad, ya que nos ofrecen un arsenal terapéutico útil en múltiples patologías que afectan al sistema nervioso, circulatorio, aparato locomotor e, incluso, en patologías de la piel.

Los efectos regeneradores de la magnetoterapia, unido a su alta tasa de penetración en el cuerpo humano, hacen del magnetismo terapéutico un tratamiento preciso que, además de ser fácil de aplicar, ayuda eficazmente frente a procesos inflamatorios y múltiples patologías que cursan con dolor local.

Efectos fisiológicos de los campos magnéticos

Los campos magnéticos de baja frecuencia, entre 1 y 100 Hz, generan unos potentes cambios bioquímicos, entre los que cabe destacar:

  • El movimiento inducido de sustancias ionizadas en disolución: La aplicación de los campos magnéticos permite movilizar y provocar cambios en profundidad allá donde se localizan los iones en nuestro cuerpo. ¿Y dónde se encuentran? Pues en nuestro torrente sanguíneo, en el plasma o en los diferentes tejidos del cuerpo humano.

Estos cambios, que pueden parecer una cosa insignificante, no se consiguen alcanzar con otras técnicas ya que no existen otros equipos que penetren con intensidad y eficacia en zonas alejadas de la superficie del cuerpo.

  • Regeneración acelerada del tejido óseo. Se produce gracias a la acción sobre los osteoblastos, que son las células generadoras de hueso.
  • Se facilita el efecto trófico, es decir, al mejorar el riego sanguíneo en la zona tratada, mejora la abosrción de nutrientes y se favorece la recuperación. Por lo tanto, los tejidos eliminarán más rápido las sustancias tóxicas y se alimentarán y oxigenarán de una forma más eficaz.
  • Normalización de la bomba sodio potasio: Con la aplicación de los campos magnéticos se produce un aumento del metabolismo que origina la estabilización de la bomba sodio-potasio del organismo.

En definitiva, los campos magnéticos originan en los tejidos vivos corrientes eléctricas inducidas que suponen una acción clara y manifiesta sobre los procesos de alimentación celular. Ese estímulo actuará sobre la producción de energía y, por lo tanto, las mitocondrias acelerarán su función y proporcionarán la fuerza vital para activar la mitosis de las células.

Cuando las células se desvitalizan se produce un desequilibrio iónico y el potencial de membrana desciende a niveles peligrosos. La magnetoterapia actúa favoreciendo el reequilibrio de la bomba sodio potasio siendo este efecto uno de los más importantes ya que prácticamente interviene es el origen de todo proceso de recuperación posterior.

Otros efectos fisiológicos de la magnetoterapia

A continuación vamos a detallar cuáles son otros de los principales efectos de la magnetoterapia sobre los tejidos y los órganos del cuerpo humano.

Efecto analgésico de la magnetoterapia

La mayor parte de los pacientes que acuden a tratamientos de fisioterapia nos transmiten, casi siempre, su preocupación por el dolor persistente que sienten.

Disponer de un tratamiento como la magnetoterapia que tiene un efecto analgésico comprobado, nos permite actuar sobre ese síntoma que, además de dificultar la amplitud de movimientos y el desarrollo de la fuerza, es capaz de producir efectos psicológicos ingratos que llegan a hacer que el paciente abandone por su cuenta el tratamiento, impidiendo una rehabilitación completa.

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